Imagina la situación. Eres el responsable de redes de uno de los equipos que es protagonista sobre el césped mientras unos terroristas se suicidan a las puertas del estadio. ¿Qué se debe hacer?
Esta mañana me levanté dándole vueltas al asunto. Mientras los acontecimientos se sucedían, yo me encontraba narrando en las redes de la Selección el España – Inglaterra, ajeno a todo lo que ocurría.
[bctt tweet=»La sangre fría y el control del mensaje son fundamentales en situaciones de crisis»]
Me considero periodista por definición y en estos últimos días he estado siguiendo muy intensamente todo lo ocurrido en París, ciudad con la que siempre he mantenido una relación especial. Así que… ¿Qué habría hecho si me hubiera tocado estar allí? ¿Qué hicieron los compañeros que lo vivieron en primera persona? Me he dado una vuelta y esto es lo que he encontrado.
La cuenta de Twitter de la Selección Francesa de Fútbol basó su estrategia en los sentimientos de sus jugadores. Cronológicamente, se limitaron a anunciar el final del partido, sin comentar nada relativo a los atentados durante los 90 minutos del encuentro. Tras ello, se limitaron a comunicar la suspensión de las actividades de un patrocinador del equipo, confirmar la disputa del próximo amistoso y retuitear los comentarios de sus internacionales sobre la tragedia.
En este caso hemos optado por la cuenta angloparlante. El combinado alemán fue tremendamente respetuoso con la situación. Al igual que Francia, no se hizo eco de nada durante el partido, salvo en los instantes finales, con un tuit elegantísimo. Todo el mundo sabía lo que pasaba, no hacía falta que se contara más desde dentro que esto:
The game is drawing to a close here in Paris, but given events outside the stadium, our thoughts are currently elsewhere. #FRAGER 2-0 — Germany (@DFB_Team_EN) November 13, 2015
Pero antes de seguir con el análisis, quiero que nos detengamos en algunas de las respuestas a ese tuit que he resumido en este timeline. Fíjate en la reacción de la gente:
Alemania, tras esto, se limitó a anunciar el final del partido y no dio información sobre el equipo hasta las 10:10 de la mañana de la jornada siguiente, confirmando que el equipo había pasado la noche en el Stade de France y que ya estaba a salvo en Frankfurt. A partir de ahí, solo un par de anuncios acerca del final de la concentración y la suspensión de actividades junto a un mensaje de solidaridad con las víctimas y el pueblo francés.
En un momento de crisis, el control del mensaje es fundamental. Cuando esta mañana le daba vueltas al asunto, por todos lados afloraba mi instinto periodístico de contar el qué, el quién, el cómo, dónde y por qué… Pero las consecuencias son inciertas y, ante algo así, las certezas escasas.
Siempre he destacado, ante todo, la sangre fría del responsable de redes. Dejarse llevar por el entorno puede llevar a crisis gravísimas, de difícil resolución. Si alguno de los responsables de las redes de Francia o Alemania hubiera entrado en pánico o se hubiese puesto a tuitear ‘a lo loco’, podría haber generado una situación de emergencia de dimensiones desconocidas.
Jamás en la vida me habría planteado qué hacer en la gestión de un perfil deportivo ante un ataque terrorista… Ahora, por desgracia, tenemos dos ejemplos de qué hacer en una situación crítica de este tipo.
PS: Disculpadme la ausencia de estas últimas semanas. En los próximos días espero recuperar el ritmo de publicaciones 🙂
Foto: JOEL SAGET/AFP/Getty Images
© Copyright 2020 - Ilde Cortés