Hace meses que le doy vueltas a la conveniencia (o no) de escribir este post (o no). Soy consciente de que con esto me enfrento a buena parte del sector, que puede ser malentendido, que puede generar suspicacias… Pero me parece que llega el momento de empezar a frenar un poco una tendencia que vino para quedarse, y me parece bien, pero que se nos está yendo de las manos: los ‘Community‘ graciosos.
El arrebato que me ha llevado a escribir esto lo protagonizan Iberia y el Valencia CF. Lo podrían haber protagonizado otras empresas o instituciones. Quizás el caso es más especial porque coinciden varias cuestiones. Y es que normalmente, este tipo de situaciones se dan entre tuitero troll y Community inspirado que termina regalando un maravilloso zas.
Aunque a veces al Community de turno se le va la cosa de las manos y entonces…
Gracias a este tuit (fijaos en la hora de publicación) no he vuelto a comprar en MediaMarkt. Así que… ¿Cuál es el verdadero coste de tener un ‘Community graciosito’? Lo cierto es que no hay estudios al respecto que analicen si las conversiones aumentan o disminuyen, como tampoco de los índices de bilis del personal. Pero claro, esto es Twitter y ahí matamos por un trending topic, aunque faltemos al respeto a personas, colectivos o instituciones.
[bctt tweet=»Muchas marcas se empeñan en ser irreverentes a riesgo de ganarse la antipatía de sus clientes»]
Así que retomemos el hilo. Decía que confluían varios factores. Un intento de ganar engagement por parte de Iberia, un usuario troll (pero no mucho), una ofensa a una institución y a sus profesionales y un club activo y dinámico en redes sociales que no da la callada por respuesta. Como muestra, quizás debamos recordar cómo se enfrentó a UEFA tras la eliminación de su equipo juvenil en la Youth League, mostrando sin reparos el error arbitral que los apeó de la competición:
En esta ocasión, vale más un vídeo que mil palabrashttps://t.co/JkdHBttna7
— Valencia CF (@valenciacf) 23 de febrero de 2016
Pocas veces vemos este tono y esta rotundidad en el ámbito del deporte profesional, así que parecía claro que el Valencia reaccionaría a algo como esto… (Por cierto, los tuits originales han sido borrados).
Solo hubo que esperar unas horas. Claro y directo. La respuesta no podía ser más sencilla. Es más, me atrevería a decir que el CM de Iberia pecó de osado y no midió las consecuencias de lo que haría. Parece que nos empeñamos en ser graciosos en lugar de ser creativos.
[bctt tweet=»No nos empeñemos en ser graciosos en Twitter. Empeñémonos en ser creativos»]
Había que conocer bien los antecedentes de @ValenciaCF y saber que no daría la callada por respuesta. Y así llegó:
Hola @Iberia. A ver si respetáis más a los jugadores del @valenciacf y os preocupáis más de mejorar vuestros servicios. Un saludo — Valencia CF (@valenciacf) 12 de julio de 2016
Vaya marrón, ¿no? Una cuenta de 800.000 seguidores te menciona, te acusa de falta de respeto y encima te invita a mejorar tus servicios. Doble combo mortal. Lógicamente, Iberia tuvo que actuar de inmediato pidiendo disculpas por la broma.
@valenciacf Hola, en ningún momento hemos pretendido, claro, faltar el respeto a nadie. No mencionamos a ningún jugador, e informamos /1
— Iberia (@Iberia) 12 de julio de 2016
@valenciacf de servicios que se ofrecen a bordo y en el aeropuerto, aprovechando una broma entre usuarios. En cualquier caso, si alguien /2
— Iberia (@Iberia) 12 de julio de 2016
@valenciacf se ha ofendido en algún momento, nuestras disculpas, claro. Saludos y felices partidos. /3
— Iberia (@Iberia) 12 de julio de 2016
La pregunta está clara: ¿Qué vale más? ¿La broma con el tuitero buscando la viralidad o que una institución tenga que llamarte la atención públicamente por tus formas? Personalmente, no me habría gustado estar en la situación del CM de Iberia, teniendo que lanzar 3 tuits para explicarme y pedir perdón.
El humor, como todo, tiene límites. Las marcas han visto en el perfil humorístico un filón. Y a todos, incluido un servidor, nos gusta permitirnos alguna licencia con cuentas corporativas. Pero señores, un poquito de por favor, que la moda de los communitys graciosos se nos está yendo de las manos.
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